El Papa Francisco declaró el 01 de septiembre como Día Mundial de Oración por el Medio Ambiente, para levantar la voz en contra de los efectos que causa el cambio climático en el planeta tierra, causa que ha impulsado a la iglesia católica a elevar una oración a Dios para que el destino de la tierra cambie.
Todas las heridas hacia a la biodiversidad son una real amenaza para nuestra salud y existencia, por eso como creyentes estamos llamados a orar a Dios por la vida y a poner nuestros esfuerzos para convivir en paz con la creación.
Para abrazar ecuménicamente y trabajar para proteger la Creación, amenazada por la obra misma del hombre. Una vez más se celebra el "Tiempo de la Creación". En este período los cristianos del mundo se unen en oración y actúan para cuidar de la casa común. La pérdida de especies, de hecho, se está acelerando: un informe reciente de las Naciones Unidas estima que el estilo de vida actual amenaza con extinguir un millón de especies.
Algunas reflexiones sobre el cuidado del Medio Ambiente que el Papa Francisco nos propone en la Laudato si´
1. San Francisco de Asís “manifestó una
atención particular hacia la creación de Dios y hacia los más pobres y
abandonados. Amaba y era amado por su alegría, su entrega generosa, su corazón
universal. (…) En él se advierte hasta qué punto son inseparables la
preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la
sociedad y la paz interior”.
2. “Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades.”
3. “Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable. Esa deuda se salda en parte con más aportes económicos para proveer de agua limpia y saneamiento a los pueblos más pobres.”
4. “Pero hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres.”
5. “Necesitamos fortalecer la conciencia de que somos una sola familia humana. No hay fronteras ni barreras políticas o sociales que nos permitan aislarnos, y por eso mismo tampoco hay espacio para la globalización de la indiferencia.”
6. “Los jóvenes tienen una nueva sensibilidad ecológica y un espíritu generoso, y algunos de ellos luchan admirablemente por la defensa del ambiente, pero han crecido en un contexto de altísimo consumo y bienestar que vuelve difícil el desarrollo de otros hábitos. Por eso estamos ante un desafío educativo.”
7. “Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida.”
8. “En la familia se cultivan los primeros hábitos de amor y cuidado de la vida, como por ejemplo el uso correcto de las cosas, el orden y la limpieza, el respeto al ecosistema local y la protección de todos los seres creados.”
9. “Esta misma gratuidad nos lleva a amar y aceptar el viento, el sol o las nubes, aunque no se sometan a nuestro control. Por eso podemos hablar de una fraternidad universal.”
10. “Hace falta volver a sentir que nos
necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por
el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos.”
Autor: Siembrambiental
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