Para iniciar debemos resetear nuestro pensamiento, una vez que estamos en cero, iniciamos y prendemos el chip de arranque que es reflexionar, la siguiente erre que tendremos en cuenta.
Una de las cosas que he aprendido en todos estos años es que, si no reflexionamos y tomamos conciencia del porqué es importante un cambio de hábito, un cambio en la manera en que consumimos y vivimos, nos costará mantener mucho más los cambios que hagamos y hacer que perdure en el tiempo.
Sin embargo, cuando reflexionemos y estamos convencidos de lo que hacemos es lo correcto, cada cambio se convierte en fuente de motivación y llevarlo a cabo nos resulta más simple. Además, nos ayuda a no perdernos y a no llegar a la desmotivación, ya que en todo cambio aparece la frustración.
Pero también hay reflexionar antes de cada compra sobre de lo que hay detrás de cada acto de consumo, sobre el impacto y las consecuencias que tiene en el ecosistema, en las personas implicadas para que ese producto esté a la venta y en otros seres vivos.
En esencia, reflexionar es una erre complementaria, es decir, es sumamente importante durante todo el proceso, pero no sirve de nada si no la acompañamos de otra erre que nos lleve a la acción. Es la erre que nos ayudará a la sensibilización y al sentido de pertenencia.
Recuerden somos parte del ecosistema, de ella depende nuestra existencia.
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