La
actividad agrícola puede diversificarse e incluir la explotación de frutales,
hortalizas, plantas medicinales, granos básicos, barreras vivas, arbustos para
leña y forraje.
Las especies incluidas en el huerto
frutícola varían dependiendo de la región; los frutos pueden utilizarse para
consumo directo o procesarse para su conservación y venta posterior. En un
pequeño espacio del traspatio se pueden plantar diversas especies de
hortalizas, cereales y plantas forrajeras, cultivadas en forma intensiva o
continua durante el año. Si la producción es abundante, parte de la cosecha se
puede utilizar para el consumo de la familia y otra parte para su venta o
transformación. El tamaño del huerto dependerá del espacio disponible, el tamaño
de la familia y la disponibilidad de agua.
El huerto de plantas medicinales incluye
especies útiles para la cura de algunas enfermedades de los integrantes de la
familia; si la producción es cuantiosa y los productos se pueden vender, estas
especies pueden ser una fuente importante de ingresos para la familia. Plantas
como hierbabuena, ruda, albahaca, tomillo, manzanilla, bugambilia, sábila y
romero son algunas de las más conocidas. Sin embargo, existen muchas otras
especies con reconocidas propiedades curativas.
En un
espacio único o intercalado en los cultivos, se pueden establecer especies con propiedades
insecticidas, que puedan controlar las plagas de los cultivos. Algunas plantas
que controlan insectos son: ajo, chile, mamey, nim, tabaco, eucalipto, flor de
muerto, hierbabuena, ajenjo, guanábana, ortiga, epazote y albahaca.
Las
barreras vivas pueden proporcionar varios beneficios como producción de
alimentos, protección contra vientos fuertes, madera, leña, postes, entre
otros. Para este fin se pueden utilizar especies forestales, frutales, arbustos
forrajeros y de otro tipo.
Para el
uso eficiente del agua pueden utilizarse técnicas de riego por goteo y
microgoteo, riego con cubetas y riego con descargas controladas, las cuales son
alternativas que permiten controlar mejor los niveles de humedad en el suelo y
combinarse en algunos casos con la aplicación de fertilizantes o insecticidas.
Autor: Siembrambiental
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