En una granja integral familiar, se pretende integrar la producción agrícola y pecuarian en un arreglo acorde con un sistema natural que haga aún más eficiente tal espacio y los recursos de que se dispone. Los productos de la granja se utilizan para la alimentación de la familia y los animales y los excedentes se destinan al mercado ya sea como materias primas o productos procesados.
Los materiales residuales se pueden utilizar para la alimentación animal o ser reciclados a través del compostero para la fertilización de los cultivos.
Cada región tiene un conjunto particular de sistemas agrícolas y pecuarios que
son el resultado de la influencia del medio natural y social en que se
encuentra inmersa y que se diferencia de otras
regiones. A pesar de esta diversidad, existe un elemento común entre todas
ellas que es el uso de los recursos naturales como materia prima para la
producción. El reto consiste en crear condiciones propicias para el desarrollo
de sistemas de explotación agrícola sustentables, dentro de cada condición
agroecológica.
Los sistemas agrícolas tradicionales desarrollados a nivel local contienen muchos elementos de sustentabilidad, que les permiten tener un efecto de menor impacto destructivo en el ambiente. Entre los conceptos que involucra un sistema tradicional se encuentran la diversificación de la producción, el reciclaje de materiales orgánicos, la conservación del suelo, el agua y la biodiversidad. Estos conceptos, combinados con la tecnología moderna, pueden ser el soporte de una agricultura más estable.
El aprovechamiento integral se resume en tres principios:
La naturaleza debe ser entendida como un todo, es decir, que los componentes de la granja (agua, suelo, aire, plantas, animales y hombre) interaccionan entre sí y que las modificaciones a uno de ellos repercute directa o indirectamente en el resto; por ello, los productores deben trabajar a favor de cada uno de los componentes.
El productor debe aumentar la diversidad
de componentes de la unidad de producción: diversidad de plantas, animales y
condiciones de producción.
El suelo, el agua y el aire deben conservarse limpios y enfatizar su mejoramiento o reciclaje con prácticas diversas. Estos principios son válidos para unidades de producción grandes y pequeñas, tecnificadas o tradicionales, comerciales o de autoconsumo.
Sin embargo, este trabajo se concentrará en una unidad de producción común para la mayoría de las familias rurales: el traspatio o solar y su manejo integral. Los componentes que se mencionan son indicativos y pueden adaptarse a cualquier condición ecológica.
La finalidad del manejo integrado del traspatio es aprovechar adecuadamente el espacio y los recursos disponibles, aplicar tecnologías sencillas y baratas que permitan hacer más eficientes las labores que allí se realizan y demostrar que existen alternativas que pueden hacer más redituable el sistema de producción.
La diversificación productiva permite mejorar el nivel de alimentación de la familia, reciclar materiales de desecho y aprovechar subproductos como insumos para otros componentes del traspatio.
El uso de tecnologías y prácticas alternativas permitirá utilizar fuentes de energía como el sol y el viento, que generen beneficio para la casa y la unidad de producción a un costo muy bajo.
La granja ecológica contempla como componentes:
- La vivienda ecológica.
- El componente agrícola, en el que se asocian los huertos de frutales, hortalizas y plantas medicinales.
- El componente animal, donde se combina la explotación de especies menores y mayores.
- El reciclaje de materiales de desecho, a través de las técnicas de composteo, lombricomposteo y tratamiento de aguas negras y grises.
- El aprovechamiento de fuentes alternativas de energía a través del uso de sistemas de bombeo de agua usando la fuerza del viento, captación y aprovechamiento de la energía del sol a través del uso de calentadores y deshidratadores.
- El procesamiento de productos agropecuarios.
- La captación de agua de lluvia.
0 comentarios:
Publicar un comentario